sábado, 1 de junio de 2013

"Anywhere's fine as long as I'm with you."


Querido Romeo... 

Los meses pasaron y el día del campamento llegó cuando menos lo esperaba, y fue precisamente en ese momento que entraste en mi vida… ese fue el momento en que te vi realmente por vez primera.

Recuerdo con exactitud que no quería ir, no lo sé, simplemente pensaba que era la forma más horrible de echar a perder tu fin de semana… pero me equivoqué… otra vez. Ahora te puedo decir, que probablemente en estos momentos no sería por completo la persona que soy ahora, porque todas las experiencias que viví en ese campamento, me hicieron pensar en tantas cosas… y lo más importante, tu estabas ahí. 
¿Recuerdas cuando entraste a mi salón a explicarnos como sería el campamento? Me pregunto, de nuevo, si te habrás dado cuenta de que yo estaba ahí, o si al igual que a mí me pasó, todavía no me veías por completo…

Es gracioso ¿Sabes? recuerdo perfectamente que cuando entraste con tu amigo Alex, lo primero que pensé fue que eras un chico bastante guapo, así que seguí observando como dabas tu explicación y respondías a las preguntas de mis compañeros, la mayor parte de las veces tontas; y en ese momento tus ojos se posaron en los míos, probablemente tú ni siquiera lo recuerdes, pero yo sí, porque no fue la primera y última vez que sucedió, ya que constantemente me volvía a encontrar con tu mirada… y teniendo en cuenta el hecho de que soy la persona más penosa del mundo, ya me encontraba pensando en mil razones por las cuales me hubieses estado mirando… cosas como, seguramente lo hace porque a lado mío se sienta una niña que él conoce y yo pienso que me está viendo a mi. o tal vez solo miraba a la pared y yo estoy pensando que nuestras miradas se cruzaron… sí, eso fue lo que pensaba… ¿Me equivoqué? No lo sé, el único que lo puede saber eres tú.

Los días volaron al igual que todo el ciclo escolar voló para mi, y ya nos encontrábamos a un día de irnos al campamento, recuerdo que estaba en mi habitación aquél jueves ahora ya tan lejano, acomodando todo para el día siguiente, pensando en cómo sería esa experiencia tan desconocida para mi… quién diría que en cuestión de horas te volverías mi confidente, al punto de saber cosas que nunca nadie había llegado a saber de mi vida personal… ¿Y sabes qué? No me arrepiento de haberte contado todo lo que hasta ahora sabes de mi. 

Llegué a la parada de mi autobús y mi amiga María me estaba esperando en el asiento de siempre, contándome lo maravilloso que sería el campamento y que apostaba a que terminaría llorando, sinceramente lo dudaba, simplemente no me imaginaba contándole a un grupito de personas partes de mi vida que ni mi mejor amiga sabía… 

La hora de salir de la escuela llegó y todos subimos al camión que nos llevaría hasta el lugar del campamento, recuerdo que miraba por la ventana cuando te vi subir junto con Alex, y no sé por qué, no pude dejar de verte, simplemente… ¿Alguna vez te ha pasado? ¿Que es como si vieras a alguien a los ojos y sintieras que lo conoces de hace siglos aunque nunca en tu vida hayas hablado con esa persona? Si tu respuesta es sí, entonces entenderás a la perfección que eso fue lo que sentí cuando te vi subir por las escalerillas del camión, en cambio, si tu respuesta es no… creo que la explicación más lógica que podría darte, sería que tuve la sensación de que te había conocido en mi otra vida… y tal vez fuiste una persona muy importante para mí, porque cuando te miraba a los ojos era como estar en casa… si sabes a lo que me refiero.

Cuando llegamos al campamento nos asignaron nuestra habitación y después de eso, el tutor llegó con una lista que indicaba quienes serían los integrantes de nuestro corrillo, que es lo mismo que un pequeño grupito de confianza donde todo lo que se dice no sale de ahí y nadie te juzga. En total éramos seis y sí, tu estabas ahí, tu eras parte de mi corrillo.

Recuerdo que nos dieron una carpeta llena de hojas con actividades y podíamos irnos a cualquier parte del bosque o de la casa a llenar esas hojitas, ya que eran personales y tenías que estar solo al momento de llenarlas… recuerdo haberme sentado debajo de la sombra de un árbol y haber escrito que me sentía demasiado agobiada por el trabajo de mi disco y las grabaciones… ahora que lo pienso, me la vivía preocupada por esos asuntos de la productora, en fin, yo fui la primera en terminar, y justamente tu ibas saliendo de la casa y te sentabas en uno de los escalones de afuera, así que me acerqué a ti y me senté a tu lado y justo en ese momento llegó Marce, mi maestra de acción social y me comenzó a bombardear con preguntas acerca de mi disco y la disquera, así que mientras le relataba lo duro y estresante que era tener que lidiar con esas cosas, tu escuchabas atento a mis palabras… me pregunto qué habrá cruzado por tu cabeza al escucharme… y entonces Marce se fue y no recuerdo con exactitud como fue que terminamos conversando acerca de tu novia… me dijiste que ya ni siquiera sabías si seguía siendo tu novia, y que las cosas eran muy difíciles entre ustedes dos, también me dijiste que llevabas 7 años de conocerla, ya que desde la primaria la conocías. SI te soy sincera, en ese momento no odie el hecho de que tuvieras una novia, porque como ya lo había mencionado, en aquel entonces, estaba enamorada de un completo…. ¿Cómo decirlo para que no suene tan ofensivo? Hum, un completo tonto. De cualquier forma, esa conversación contigo fue tan real… No tengo idea de como pudo haber sido para ti, pero para mi fue… diferente, no era como que quisieras demostrarme algo o alardear de algo… simplemente estabas siendo sincero… cosa que muy pocas personas en la actualidad logran ser.

Una de las siguientes actividades que hicimos con el corrillo, fue irnos a una zona del bosque, donde había una banquita blanca a la sombra de los árboles y todos se sentaron en ella, menos tu y yo, que nos sentamos en el pasto y aquí es la parte donde… me dejé casi completamente al descubierto revelando cosas que… sinceramente jamás creí que le contaría a nadie… contamos la historia de nuestra vida, y digamos que la mía no fue exactamente rosa y linda. ¿Quieres saber qué fue lo que me dio el valor de poder revelar todo eso? Tu, sí tu Romeo. En el momento que comenzaste a contar tu historia de vida… simplemente… las palabras no bastan para lograr expresar todo lo que provocaste en mi. Solo puedo decirte que en verdad te admiro demasiado, creo que eres un chico súper lindo, y con una fortaleza gigante, yo… si hubiera vivido lo que tu viviste sinceramente… creo que no hubiera podido ser tan valiente como tu lo fuiste.

Y entonces llegó mi turno, lloré, tratando con todas mis fuerzas por luchar con esas lágrimas que simplemente parecen no tener fin, tratando de controlar mi voz para que dejara de romperse a cada frase que articulaba… me pregunto si en ese momento me viste… porque créeme que yo te sentí, estabas ahí. Me pregunto que habrás pensado de mí, después de haber escuchado cosas no tan bonitas sobre mi vida… Me pregunto si algún día podré saberlo… 

Probablemente te preguntarás, por qué narro este momento como si solo hubiésemos estado solos tú y yo. Fácil, porque para mi fue así, porque con la persona que entrelazaba mi mirada era contigo, porque tus ojos fueron tan sinceros… tan comprensivos ¿Y lo peor de todo? Ni siquiera yo lo noté hasta que mis sentimientos hacia ti dejaron de ser simple admiración y compañerismo.  Me pregunto si alguna vez fueron realmente solo eso… ahora lo comienzo a dudar, porque siempre te vi de una forma distinta… ¿Lo habrás notado?


Pasaron tantas cosas ese día, que simplemente no podría terminar de narrarlas, pero sí te puedo decir cuáles fueron las que más me importaron, sí, exacto, donde estabas tu, cuando estaba contigo. Una de esas veces, fue justo cuando nos dirigían hacia una fogata donde nos acomodaron a todos en un círculo y nos entregaron unas cartas de nuestros padres, al igual que la vez anterior, no pude evitar derramar lágrimas, y al final todos nos levantamos y nos comenzamos a abrazar y ahí estabas tú, y te lo confieso, tenía muchísimas ganas de darte un abrazo, de sentir tus brazos alrededor de mi y sin embargo… no lo hice. No sabes cuánto tiempo me arrepentí de no haberlo hecho.

Horas después me encontraba en la habitación de mis amigas, ellas leyendo y platicando, mientras yo recargada en una de las mesitas de noche y sentada en una de las camas, miraba un pequeño pedazo de papel en blanco con una pluma en la mano… Estaba a punto de escribirte una carta. 

En uno de los salones principales de la casa habían dejado pegados en el pizarrón, sobres con el nombre de cada uno de nosotros y podíamos ir y depositar nuestra carta en ellos, y tu carta era la primera que estaba haciendo, recuerdo a la perfección que mis amigas me preguntaron por qué te escribía una carta si solo nos conocíamos de prácticamente horas, ¿Sabes que les respondí? que no me importaba y que me parecía importante hacerte saber que era lo que pensaba de ti … si me preguntas ahora no recuerdo textualmente que te escribí en esa carta, pero si estoy segura que hablaba de lo mucho que te admiraba y te daba las gracias por todo… Me pregunto si la seguirás conservando.

Con todo mi cariño.

Tu Julieta.