Querido Romeo….
Estoy consciente de que probablemente, nunca llegarás a leer esta carta que escribo un día viernes 24 de mayo de 2013, estoy completamente segura de que no lo harás, así como estoy segura de que nunca sabrás lo mucho que significas para mi, lo mucho que me gustan tus ojos, tus sonrisas, tus dulces miradas, tus bellas palabras, tu voz… ¿Y sabes? Creo que ni siquiera te diste cuenta de como eras al único al que miraba diferente… o mejor dicho al único al que realmente veía o me importaba ver…
Sinceramente no sé por donde empezar… ¿Desde la primera vez que te vi? Sí, aquel día que entraste a mi salón a principio del curso a presentarte como parte de la planilla estudiantil…. o ¿El día que realmente te vi? y quiero decir el día que de verdad me di cuenta de que…. ¿Cómo explicarlo? eras él niño más lindo, tierno, considerado, atento, humano, sincero, sencillo…. real, que jamás hubiera conocido.
Creo que empezaré diciendo que no sabes cuanto me arrepiento de no haberte conocido antes… Nos pasamos la vida esperando por alguien que ni siquiera corresponde nuestros sentimientos, y no nos damos cuenta de que en frente de nosotros tenemos al ser humano más bello del mundo… De verdad que somos ciegos o mejor dicho, yo estaba completamente ciega.
Me pregunto que estarás haciendo ahora… es viernes, el último día de la semana, el día en que nos sentimos libres y al menos un poquito más ligeros que antes, pero hoy no es un viernes cualquiera… hoy es tu día…. hoy te graduaste de la preparatoria… hoy es el día en que se cierra una etapa, solo para que se abran mil y un caminos más por descubrir, por explorar, por sentir, por conocer. Sinceramente deberás pensar que soy una egoísta al decir que no me alegra del todo que llegue este día, que al contrario de provocarme un vació de emoción y alegría por ti, causa una especie de dolor en el centro de mi pecho, porque el saber que te vas y probablemente nos volvamos a cruzar dos o tres veces más… me rompe el alma. Seguramente en estos momentos te encuentres celebrando con tus amigos, con tu familia, en alguna fiesta llena de felices recién graduados, o estés en un elegante restaurant brindando por este cierre de cursos… por ese tan ansiado diploma, por esa toga y ese birrete, que son símbolos de que cada día te vas convirtiendo en ese hombre que deseas ser… y que estoy segura que lograrás ser…
No sé qué pase por tu mente en estos momentos, y créeme que me gustaría saberlo, porque precisamente eso es lo que me deja en vela todas las noches… ¿Qué estarás pensando?… tampoco sé si tal vez en estos momentos te encuentres con ella… sí, ella, la chica tan afortunada que tiene tú corazón… no sabes cuánto la odio y sé que es injusto de mi parte odiar a una pobre chica que lo único que hizo fue enamorarte…. pero ese es exactamente el punto. Ella es la dueña de tus besos, de tus caricias, de tus sonrisas, de… cada latido acelerado de tu corazón, cada suspiro, cada pensamiento… Y aún así ¿De que me sirve odiarla? Si es a ella a quien tu amas… No lo sé, como lo dije… es inevitable. Pero me queda claro que si ella es tu novia, es porque debe de ser una gran persona… porque tu mereces a la compañera más maravillosa del mundo… y… supongo que por algo fue que te enamoraste de ella.
¿Sabes? justo ahora no puedo dejar de pensar en aquel día que me asignaron para un proyecto para mi clase de Introducción a las Ciencias Sociales, que consistía en realizar un modelo de las naciones unidas una semana entera, para discutir temas de importancia para el mundo… Lo sé, en estos momentos lo digo como si hubiera sido la cosa más alucinante del mundo… pero sinceramente no estuvo tan mal como creía que estaría, digo, al final creo que todas las cosas que realizamos en nuestra vida son una enseñanza que nos marca… y créeme que nunca se me olvidará esa semana… y de no haber estado tan ciega… tal vez yo hubiera… no, olvidado, no existen los "hubiera" simplemente, pasó lo que tenía que pasar, y lo que sucedió fue que tu estabas en la misma comisión que yo, la de todos los problemas ambientales. Me pregunto si te diste cuenta de mi existencia en ese momento… tal vez solo era un niña más de 4º año de preparatoria para ti, pero créeme que yo sí me di cuenta de ti, como lo dije antes, tal vez no de la forma en que realmente te pude ver más adelante, pero tu rostro nunca se borró de mi mente.
Pasaron los meses y la escuela seguía siendo la misma, ya sabes, las mismas tareas, las mismas obligaciones, las mismas presiones… en fin… en ese entonces yo estaba enamorada de un niño de mi salón, probablemente lo conozcas porque los dos conversaban de vez en cuando… o al menos se ubicaban, pero como te iba diciendo, en ese entonces creía que él era el indicado… ahora te puedo decir que estaba totalmente equivocada con respecto a él… pero muchas veces hasta inconscientemente buscamos el amor que creemos merecer. Me pregunto si alguna vez a cruzado por tu mente esta frase…
Con todo mi amor.
Tu Julieta.
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